SAENZ PEÑA (Agencia). Daniel Kempe es un productor agrícola mixto, que a la par presta servicios y dispone de un arsenal de equipamiento de alta tecnología para la siembra y la cosecha. Trabaja en sociedad con su suegro y por otra parte sus hermanos también realizan actividades agrícolas.
Cuando NORTE RURAL lo consulto sobre el cultivo de girasol, fiel a su estilo optimismo y emprendedor, no duda en contar que dejo un lote de 7 mil hectáreas sin poder sembrar al norte de Gancedo por falta de humedad.
Es que Kempe utiliza el sistema de siembra directa, y en ese lugar, con las condiciones de los suelos, sería un trabajo en vano.
Pero no se quedó de brazos cruzados, y emprendió el desafío de hacer 1.600 hectáreas de girasol con el sistema de labranza convencional. “Movimos todo, rompimos las huellas de un lote que tuvo inundación y luego se secó, pero tiene suficiente humedad abajo”, contó, a lo que agrego dos manos de maquinaria pesada.
“SOMOS OPTIMISTAS POR NATURALEZA”
Kempe mantiene en alto su optimismo. “Siempre el campesino estuvo amenazado por el clima, y siempre perdió pero siempre también ganó, y esto es algo lo tenemos asumidos, pero estamos con optimismo, y es la manera creo yo de enfrentar esta situación sobre todo cuando sabemos que es necesario apostar por el campo”, dice.
Considera que la producción de girasol en el Chaco va adquiriendo mayor relevancia, y que esto también permite que haya sido la provincia la que aporta la primicia girasolera a nivel país.
“En función de eso, pensamos también en que toda nuestra producción debe tener un destino de valor agregado en nuestra provincia , y creo que entre todos debemos apuntar a conquistar lo que nos falta como provincia, y no tanto detenernos en lo que nos falta”, enfatiza.
Kempe trabaja en el norte de Gancedo unas 7 mil hectáreas además del resto en Hermoso Campo, con doble cultivo, y siempre apostando al uso de nuevas tecnologías. “Capacitamos nosotros mismos a nuestro personal y son chicos que quieren aprender y eso está bien que así sea”, dice.
JUEGA FUERTE POR GIRASOL Y ALGODÓN
El productor cuenta que el trigo se vio afectado por las condiciones climáticas, y que la gran apuesta en su caso siguen siendo el girasol pero pone sus fichas en algodón. “Este año tuvimos muy buena calidad, buen rinde, aunque no acompañaron los precios y la demanda ha sido escasa para la industria, pero podemos decir que fue un buen año en cuanto a calidad”, considera.
Siempre esperando las lluvias, las expectativas por el girasol siguen para el productor de Charata, aunque hace la salvedad que si no se puede sembrar girasol, habrá más superficie de algodón, en detrimento de la soja, porque el algodón tiene rentabilidad y vimos como en el caso de Los Frentones a productores que se han sentido seducidos a sembrar el textil”.