Es que en esa zona, es relativamente baja y las lluvias ya generaron años atrás serios inconvenientes. Ahora, la tarea de cosechar la producción se aceleró en este fin de semana donde el sábado y ayer domingo se avanzó notablemente con tres máquinas.

“Todavía quedan 300 hectáreas, y tuvimos rindes de 1600 hasta ahora 1.550 kilos por hectárea”, señaló Kempe.

“Esta zona es un poco complicada para los excesos de lluvia”, añadió, indicando que el lote fue defoliado con mosquito, al tener presencia de lotes de sorgo alrededor del girasol.

El porcentaje de humedad en todo el lote, estuvo por debajo del 9%.